jueves, 26 de noviembre de 2020

A propósito de la escritura

 Está muy extendida la creencia de que los autores que nos han precedido son unos pelmas y carecen de interés. Sin darse cuenta de la tangada que les está pegando la propaganda (el sistema), la mayor parte de las personas que hoy leen opinan que lo que mola son las narraciones actuales ¡Qué bien lo han vendido que la gente lo cree!

Los maestros antiguos (hoy hay muy pocos escritores a los que quepa calificar como tales) es lo único que debería leer alguien interesado en escribir correctamente, y se hace exactamente lo contrario. Para escépticos, voy a copiar lo que dice uno de esos maestros a propósito del oficio que nos ocupa, la escritura. Se trata de Feijóo, Benito Jerónimo Feijóo,

 


que vivió hace trescientos años, durante la primera mitad del siglo XVIII (uno de los primeros enciclopedistas españoles, y un sabio, además).

 

A un espíritu que Dios hizo para ello ―para escribir con soltura, se refiere―, espontáneamente se le presentan el orden y distribución que debe dar a la materia sobre la que quiere escribir: la encadenación más oportuna de las cláusulas; la cadencia más airosa de los períodos; las voces más propias; las expresiones más vivas; las figuras más bellas. Es una especie de instinto lo que en esto dirige el entendimiento.

 

Esto es expresarse, ir al grano y dejarse de perífrasis, y no lo que se hace ahora.

Pero esperen, que aún dice más. Escuchen:

 

La gala de las expresiones, la agudeza de los conceptos, la hermosura de las figuras, la majestad de las sentencias…, las ha de hallar cada uno en el fondo de su propio talento. Si ahí no las encuentra, no las busque en otra parte. Ahí están depositadas las semillas de esas flores, y ese es el terreno donde han de brotar, sin otro influjo que el que, acalorada del asunto, les da la imaginación.

 

Esto es algo de lo que este autor dice a propósito del oficio de escribir. ¿Y dónde lo dice? En la Carta Sexta del Tomo Segundo de sus Cartas eruditas y curiosas, que como habrán podido observar, es una obra maestra,

… pero es lo que decía antes: ¿quién se maneja hoy en este oficio con semejante soltura? Seguramente habrá personas capaces de hacerlo, pero ¿cómo encontrarlas? Lo que publican las editoriales (entidades dedicadas a ganar dinero, como es lógico, pues antes que difusoras de cultura son empresas) se da de bofetadas con lo arriba expuesto. ¡Qué falta de gracia en lo que por ahí se lee! ¡Qué amontonamientos de latiguillos, muletillas, frases hechas, lugares comunes y otros recursos para salir del paso! ¡Qué ausencia de chispa! ¡Qué reiteración de los esquemas más trillados!, incluso en las sinopsis, y si alguien no es capaz de escribir una sinopsis que tenga cierto donaire, ¿qué sucederá en lo que en sus páginas oculta?

Y en lo autopublicado, en donde cabría encontrar cosas que merezcan la pena (razón por la cual las editoriales no quieren ni verlo), el bosque es tan inmenso que nunca, por más que busques, encontrarás los árboles sanos. ¡Estamos buenos!

 

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Pero no todo van a ser desgracias. A continuación van unas cosas interesantes.

Fotos de los siempre fantásticos paisajes españoles se pueden ver AQUÍ, y si te quedas con ganas, sigue con ESTAS.

A los heliogábalos seguramente les gustará ESTE SITIO.

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y para acabar, novelas de aventuras como las de los viejos tiempos, ¡CLIC!

 

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