Lo que digo se hacía en Santander hace al menos cien años, seguramente antes: era la forma típica de la marmita. Luego se han generalizado las patatas con bonito que dan a los turistas en todas partes y esta receta ha caído en desuso. Sin embargo, es muy fácil de hacer, más explicado de la siguiente forma:
1 - Se toma una cazuela y se cubre el fondo con rodajas de cebolla.
2 - Encima de la capa de cebolla se añade otra de rodajas de patata, de un dedo de gordas.
3 - Encima de esta se colocan trozos de bonito a voluntad. Eso sí: limpios de pieles y espinas.
4 - Encima de todo ello se coloca una nueva capa de rodajas de tomate, también gordas.
5 - Y para acabar se añade un picadillo de ajo, algo de sal, un pimiento picado y aceite de oliva.
Esto, así, tal cual (no se añade agua ni nada más), se arrima al fuego (flojo) y se tiene una hora. Como todo suelta agua, la cebolla, la patata, el pescado, el tomate..., ello se va haciendo solo. Se puede comprobar si está hecho metiendo una aguja de arriba abajo.
El resultado, que se parece a la última foto, aunque con más caldo, se deja reposar lo que se pueda, un par de horas, que queda mucho mejor.
Los muy virtuosos pueden añadir un chorrín de vino blanco y una guindilla, aunque esto no sea muy católico.
-------------------------------------------------
Para ver fotos hay que ir a este sitio, o a este, y para leer libros, a ESTE.
domingo, 23 de agosto de 2020
Marmita de bonito como se hacía antes
Labels:
camargo rain,
cantabria,
cocina española,
comida española,
fotos turísticas,
marmita de bonito,
novelas de aventuras,
Santander
Camargo Rain, de quien en ocasiones se dijo que era marciano –aunque en general se le tildara sólo de perro verde–, fue sucesivamente estudiante, ala pívot (en el colegio), cabo rojo, escritor de columnas periodísticas, aficionado a la cerveza y otras hierbas, cocinero y músico por afición, maestro de turistas, correcaminos, fotomatón, defensor de la gramática, observador de los cielos estrellados..., pero comenzaré de nuevo porque me estoy liando.
Camargo Rain, que tiene de todo –menos vergüenza–, aparte de hacer un millón de fotos también ha ejercido otras industrias, de las que la menor no ha sido la de escribir novelas, novelas de aventuras diversas, unas ambientadas en la época actual y otras en la más lejana de las lejanías..., novelas de aventuras múltiples para quienes leen con los ojos, que es lo habitual, pero también para quienes lo hacen con los pies (deseando que dejen de hacerlo), que son abundantes; para quienes tienen hambre –que asimismo puede ser de lectura–, y para quienes de improviso necesitan un rato de diversión...
Además, por si lo anterior fuera poco: ¿no es cierto que todos llevamos pintado en la cara cuanto hemos pensado a lo largo de la vida?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)





No hay comentarios:
Publicar un comentario