Pocas poblaciones castellanas tienen tanto sabor a antiguo como esta. Vale la pena darse una vuelta y ver la colegiata, esa gran plaza de tiempos pasados (en donde hay unos cuantos bares...), las calles que la circundan, en especial la que lleva de la torre de abajo a la de arriba... De verdad que en estos lugares parece que has retrocedido al pasado. Eso sí, es preferible no hacerlo en fines de semana, puentes o vacaciones, porque la afluencia de gentes no te dejan ver el bosque.
La colegiata
Las calles que la rodean
Detalle en el pórtico policromado, que lo tienen en el interior para que no se estropee
El cimborrio desde dentro
La plaza antigua
Ocaso desde la colegiata: llanura castellana y Duero
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