La casa de los sueños de mucha gente

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¿Es esta la casa de los sueños de mucha gente? Está en la mediterránea costa española, lo que es fácil de adivinar por la vegetación, pero enteramente parece que estuviera en ese país que casi todos tenemos en la cabeza y al que sólo podemos llegar cuando estamos durmiendo. También en el cine, claro, que es la fábrica de sueños...

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... y abundando en esto del cine, o mejor, del gran cine, os dejo el enlace de una página de reciente publicación (tontadas que hace un servidor en los ratos libres) que pretende que la gente joven, que tan desasistida se encuentra en la actualidad en lo que se refiere a información fidedigna (la verdad es que el lavado de cerebro generalizado -y la comedura de coco dirigida desde las alturas- clama al Cielo), pueda echar una ojeada a lo que sucedía en años anteriores, cuando el cine era cine y no la sucesión de cursilerías que caracterizan a esta era de sucedáneos y piensos compuestos; además, he puesto unas fotos de actrices que te caes de espaldas. El enlace es,

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HISTORIA DEL CINE PARA IGNORANTES

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Las niñas españolas

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No puedo decir nada malo de las niñas (en general) sino todo lo contrario, pues conmigo no solamente se han enrollado siempre como persianas, sino que además me han contado toda clase de cosas (algunas disparatadas, aunque otras no tanto) que nunca se me hubieran ocurrido por mis solos medios. Antes bien diré que las que he tenido a mi alcance (hijas, seudohijas, sobrinas, amigas de todas ellas y demás familia) me han parecido seres superiores; otra cosa es lo que sucede cuando crecen y se convierten en personas, pero de eso no voy a hablar aquí, que doctores tiene la Iglesia.

Y bueno, ya que estamos en ello, para ilustrarlo pongo esta foto que representa a ese conjunto de seres que se conoce como las "espabiladas y más que listas niñas españolas", fantástico sujeto para este oficio de la fotografía.

Yo (ya metidos en gastos) diré que he escrito varias novelas (novelas de aventuras, claro es), y en ellas aparecen niñas por todas partes, pues ¿de quién mejor hablar? Los mayores somos muy pesados, muy latosos y reiterativos, todos los días contando los mismos chistes y entrando y saliendo de los mismos bares... En fin, que aquí lo dejo y a ver si os gusta la imagen, que es una de mis preferidas del medio millón largo que he hecho.

(Nota: lo que más arriba puede verse no tiene nada que ver con el photoshop; es una foto en blanco y negro, virada en sepia y pintada con las manos).