Es muy parecido al gazpacho. El procedimiento es el mismo, machacarlo
todo, aunque difiere en los componentes. El salmorejo no es sino ajo,
pan y tomate, todo triturado y hecho una pasta –para lo que se puede
utilizar la túrmix o la minipimer, aunque lo auténtico sería hacerlo en
un mortero y dejarlo bastante pastoso– y añadido de aceite y sal. Debe
quedar bastante espeso, y no casi líquido como el gazpacho, y una vez
servido en los recipientes en que se vaya a tomar, se adorna por encima
con un picadillo de jamón y huevo cocido, amén de unas gotas de aceite
crudo.
Hay quien utiliza los mismos elementos que para el
gazpacho, lo dicho más cebolla, pepino y pimiento –o sólo alguno de
ellos–, pero eso sería un salmorejo sui géneris.
El gazpacho, el
salmorejo y la pipirrana, son en principio la misma cosa, es decir,
llevan muy parecidos ingredientes, aunque difieren en su consistencia.
El gazpacho, tras haberlo triturado todo, debe quedar casi líquido; el
salmorejo, pastoso, y la pipirrana más o menos sólida, todo muy picado
pero sin aplastarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario