Traigo hoy a la página una foto muy antigua –de 1956, es decir, de hace 54 años–, que describe el aspecto del puerto de Santander por aquellos entonces, muy diferente al actual, como se puede ver. La película es un Kodachrome (poca gente recordará hoy aquella emulsión de 25 ASA que tanto usamos en sus tiempos por sus magníficas cualidades), y gracias a ello se ha conservado perfectamente. La he pasado por la máquina (el ordenador), y aunque le he cambiado la resolución, he tenido buen cuidado de no variar ni un ápice su peculiar color, que en estos tiempos de cámaras y sensores digitales es poco menos que imposible de imitar.
El fotógrafo fue mi padre, que hizo muchísimas fotos (y muy bonitas) durante toda su vida.
El fotógrafo fue mi padre, que hizo muchísimas fotos (y muy bonitas) durante toda su vida.
