martes, 16 de junio de 2009

El bar de Selos


Pocos, muy pocos, bares como este quedan ya en nuestro planeta; menos en nuestro país, en donde no hay más que cafeterías forradas de aluminio brillantoso y mármol de pega. Además, se come de película (alubias, por ejemplo, o bacalao del bueno, del de antes), y se charla, se respira (dejan fumar, mira tú por dónde) y se puede uno perder por esos resquicios que tenemos en la cabeza pero casi nunca afloran. Llegado el caso, también se puede dar una vuelta por los alrededores, que son de lo más verdes. Este paradisíaco lugar está en una comarca del norte de España que se llama Trasmiera (al lado de Santander), y dentro de ella en un pueblo que se llama Hoz de Anero, frente a la iglesia. Aviso que ahora que llega el verano hay un prado delante en donde ponen unas pocas mesas para la clientela.
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